martes, 30 de enero de 2018

carta comercial a Pepe

--... no hemos nacido para desempeñar unos roles determinados en este mundo, ni tenemos una libertad absoluta para actuar, todos estamos limitados por nuestra biología, por lo que aprendemos del ambiente que nos rodea, incluso por nuestros propios pensamientos.

--Thoreau?

--... es de los apuntes de la asignatura de la uned.

Conversación de animales. Me pregunto que está haciendo Águila en la uned. De Thoreau no me pregunto nada porque no lo he leído. Un día me lo prestas.

Sí, no hemos nacido para ser nada en concreto, sino según la vida nos dé, y lo que nos da son los pensamientos y la biología, donde está el instinto, y entre el pensamiento y la biología: la intuición.
Hay que recapacitar, Pepe. Si no vemos la luz de Intuición no tenemos nada que hacer. Puede que ella no necesite tu brillo y mi olfato, pero eso poco importa si ella no nos necesitase. Pepe, no te estoy implicando en afectos. En afecto nado yo en relación con ella y a ver si esta vez sé nadar.

Te hablo de la empresa que tenemos pintada en la pared de mi casa. El plano que lleva al tesoro, al tesoro que ella intuyó y no sé si se acuerda. Te hablo de un plan frío, con la emoción concentrada. En este plan si entramos los tres, como entra en el sistema solar la Tierra, la Luna y el Sol.

En cuanto al afecto, eso está fuera de empresas, de cálculos, de algoritmos, de trigonometría y lemas en latín. El afecto es universo cerrado, cada cuál tiene que resolverlo consigo mismo y con la afectada, y si no, vivir con ello, con la limitación de la biología.

Por lo menos, ya que me llaman poeta, ejerzo e intento escribir los versos que sean un puente.

Lo intento.

Pero eso es cosa nuestra, de ella y mía, o probablemente sólo cosa mía.No sé.

Cuídate y contesta.

Chito

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