lunes, 22 de febrero de 2021

lunes

 Me avisa Agustín que el viernes 26 a la siete la tarde presenta en el Centro de Cultura Popular su reciente libro de cuentos de otoño.

Los días son como gotas chinas, así que procuraré subir a La Laguna si no tengo el día amargado.

El Enán tiene el juicio el jueves, por la mañana.

Me dice Nicolás que el Vieja está en el hospital hace una semana.

Nano el segurita cuenta en la escalinata una vez que le tuvo que pegar dos tiros a uno que lo estaba jodiendo un día tras otro. Los tiros no fueron al cuerpo sino a un lado del paisano, pero a partir de entonces no apareció más por allí. 

Esteban el cazador llama cuarto de aperos a la nueva casa del emérito.

Según la ley trans --no sé si ya la han aprobado-- yo puedo declararme mujer y lesbiana. Ya lo había pensado, pero se me adelantaron. Hoy en el muro de Alba Sabina sale un barbudo que se declara tal. Si va a la cárcel será la de mujeres. Entre lo malo, lo menos peor.

La enemistad con un amigo es una amargadera.

La cabeza piensa PASA DE TODO pero el cuerpo no lo asimila y el cuerpo hace pensar a la cabeza.

Por pura desilusión de todo, dejé aparcada Vertical, pero hoy vino el Enán por aquí y me restituyó la ilusión. Por lo menos algo. Del mal, el menor. 

Otro libro que quiero pilllar es la nueva novela de Ana María, sobre un amor prohibido. Pronto legalizarán los amores prohibidos y habrá normalidad, ausencia de drama, tedio de gota china.

Hay un párrafo en Vertical que iba a quitar; es uno en que el narrador-personaje dice que lo que escribe no es una novela,  es lo que le va viniendo a la memoria, que es azarosa, sin aparente orden. Porque los episodios saltan en el tiempo patrás y palante, aunque con una línea, discontinua, de continuidad en el tiempo. Pero me aparece Javier María, al que no suelo frecuentar, no por no interés sino por desidia:

La vida es muy mala novelista. Si uno mete en una novela las cosas que suceden en la vida, que está llena de azares, no hay quien se la crea. La novela es una representación de la vida que no admite todo lo que la vida tiene. 

Martín me acaba de invitar a su tertulia, "ahora que es virtual".

El Azar otra vez. En Vertical, hay dos personajes clave. Uno está inspirado en Martín y otro en Roger, en cierto modo, pero sólo inspirado. El martín de la novela (sí, es una novela) piensa y dice como el Martín real, pero los escenarios de su vida nada tienen que ver, y el escenario marca al personaje. En figura sólo aparece en La Buhardilla (un antro nocturno, situado en el sótano de un edificio en ruinas). El roger de la novela también se parece al real en las cosas que dice, muchos diálogos están recogidos de la realidad. Los dos forman una oposición, como el narrador y su hermano... 

En fin, mejor me dejo de hablar y me pongo con ello. Aprovecho la casualidad, pero no cierro sin ver antes lo que el libro de los zodiacos dice del DRAGON de MADERA:

Simpático, abierto y carismático, sabe mostrar su mejor cara y ganarse a la gente. A pesar de tener madera de líder, es capaz de colaborar con los demás y tratarlos con educación y respeto. Es sereno, tranquilo y reflexivo, prefiere frecuentar pequeños círculos que le agraden que sumergirse en las multitudes. Es afable y directo porque desea profundizar en sus relaciones. Es galante con su pareja, atento y cuidadoso. A su prójimo íntimo lo tendrá siempre en palmita. Posee el don de hacer felices a los suyos. Tienen notable talento y creatividad. (Y más cosas dice, hasta que llega al pero. Pero es muy sesudo, se obsesiona con los temas que captan su interés.

Ahora queda saber la hora que nació. El animal de compañía. 

 

 

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