viernes, 17 de septiembre de 2021

y perdí el móvil

 La vida está llena de literatura y yo estoy lleno de achaques. Ya no estoy ni para la guerra ni para el amor. Pero ayer hice un esfuerzo. Quedé con Eduardo frente al Japonés entre la avenida Madrid y la rambla. Bar Dos Puertas. Las dos puertas cerradas. Cuando llegó Eduardo nos mudamos a la calle Unamuno. Avisé del cambio a Ramón, con el que quedé para bajar luego al Regia Comedy, a ver la presentación del libro de Belén.

Eduardo me dijo que ya estaba haciendo los trámites para hacerse musulmán.

--Lo peor es que te tienes que levantar a las seis de la mañana a rezar de cara a La Meca.

--Un poco de disciplina te vendrá bien.

--Lo bueno es que te facilitan una mujer, con la condición de que procrees con ella. 

Por lo pronto ya se está dejando crecer la barba. Le sienta bien. Le da a su cara un semblante más duro.

En eso llega Ramón. La conversación se extiende hasta la hora de bajar al Regia. Belén está muy guapa y se defiende muy bien. Ramón le compra un ejemplar del libro. Luego, más tarde, en el 18 de Julio, entre chicharro frito y albóndigas de langostinos, comentamos la letra de la dedicatoria. La caligrafía. Luego me pregunta por La Gesta, la novela de Juan que no ganó el Premio  BPA porque una miembra del jurado no aceptó a dos personajes que, según ella, le restaban seriedad y verosimilitud histórica a la novela.

--Sospecho que esos dos personajes están inspirados en nosotros: Ramón el cojo y Chito el tartamudo. 

--Si quedas con Juan, avísame.

Ya podía ser él el que quedase con Juan y me avisarán a mí. Para mí, más sencillo. 

Ramón me cuenta un episodio infantil de cuando masticó una hartada de chícles de no digo dónde y se le puso la lengua como un globo y llena de sarpullidos purulentos. Si veo a Juan se lo cuento. Por si quiere enriquecer con todavía menos seriedad y menos verosimilitud a Ramón el cojo. 

Nguyen dice que quiere poner en la futura edición canaria del Río fantasioso un texto que escribí sobre ese libro, pero que si lo puedo revisar para darle un poco más de profundidad. No sé yo. Mejor me hubiera pedido que le diera un poco más de superficialidad.

De la noche de ayer lo chungo es que perdí el móvil. Con el de Nicolás llamé a Ramón a ver si se me cayó en su coche. Saltó el contestador. Le dejé un mensaje. Si no está en su coche, otro coñazo. Bajar a Santa Cruz a darlo de baja. 

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