miércoles, 30 de abril de 2025

  Me desperté con un sueño en que yo dibujaba al papa ideal, al papa de Roma. 

Recordé Ensalada de canónigos. Dos cuentos de los que uno podría estar en Injertos.  

Berto me manda un vídeo con Sita bailando en el centro de un corro de libélulas. Un espejismo volante rodeando el realismo categórico. Berto me habló de los libros de Juan. Quieren invitarlo a un espique.  No ha leído aún La gesta, pero recuerda que Eduardo no la cantó demasiado alto. Me dice que le gustó Puerto Santo, pero que el cherne tenía que haber seguido hablando. Si le gustó del todo Mejor cuando improvisas.  

Me vienen a buscar. Sin silla. Está la cosa media descontrolada, me dice el de la ambulancia. Menos mal que la rodilla se mejoró bastante y bastó con el bastón para ir caminando hasta la salida de la calle. En La Candelaria espero tres horas. Alegre espera y buena hambre. Al final se dan cuenta que no estoy registrado para la visita. Me registran y me pasan a la camilla. Me auscultan. Me veo por dentro en la pantalla. Eso soy yo. No espero que me regrese la ambulancia. Pido un taxi. Vuelvo a tener capacidad andante. Gracias a Dios.

Me recibe cantando uno de los mirlos que tienen el nido en el pitanguero de Nicolás.


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