jueves, 16 de abril de 2015

Me llama un amigo. Enfadado porque lo están poniendo mal en La Laguna (Cota 600, la ciudad del Orgasmo japonés). Debería alegrarse. En las endogamias de adulones, que te pongan mal es una señal de cariño.
--Pero no de respeto. Y el respeto...
Sí, el respeto bla bla... el respeto lo impones o jódete. Sabes tu sitio y tus cosas. Si quien no quieres te invade el sitio o te quita tus cosas, olvídate del respeto o no tengas sitio ni tengas cosas. Que hablen mal es otra cosa, no sólo cariño, sino que te tienen miedo. No sé por qué. Mi amigo no está ya para poner cara de perro y ladrar. Sí, se ha pasado enfrentado al mundo 40 años, pero eso que lo ponga en el currículo, o en el epitafio, en la lápida.
Historia corriente. Las que me interesan ahora es la del fiscal argentino, el caso de delincuente que quiere parecer honrado, honesto. La de López Aguilar, el hombre que fabrica su propia horca, en sintonía a contrapunto con el ataúd que salvó a Ismael. Y la historia del avión de Los Alpes no muere. Una puerta es un símbolo poderoso. Más incluso que un edificio entero. 
Símbolo poderoso también un gato que apareció ayer al merendero de Güímar. Un gato pantera, pardo. Me llevó allí mi secretaria. La jefa del Partido es sensible a los gatos. Le dio a comer de una exquisita brota a la plancha. El camarero protestó. Iba bueno. El gato era un guerrero. El camarero parecía educado, sí, educado canario. 
El gato pantera hubiese sido buena compañía para el gato Lucas.
--¿Tú meterías otro gato en tu casa?
--Si puedo abrirles la puerta, sí.
No hubo acuerdo. Pero me dio permiso para cortejar a Cristina Tavío. Que me perdone Bermúdez, pero mi creencia para esta ciudad es Tavío. Y presidente de Canarias: Jerónimo Saavedra, cosa no sólo improbable. Saber por dónde caminar y gestionar bien la operación, no todo el mundo vale. Yo valgo pero lo sé yo, no lo sabe Cristina Tavío. A ver si sale alcalde y se entera quién soy yo. Su poeta preclaro si hace falta. Y si se porta bien, que una cosa es la creencia y otra la realidad.
La realidad, y Punto Cero, está ahora en Cota 600. Curioso, el gato se parecía con el autor que le puso este nombre a la ciudad del hombre de Brasil. Anchieta.

***
Plegaria a la Virgen de Realismo Punto Cero



Virgen del Condumio,
no nos desampares
en los días nocturnos,
en las noches solares.

Dale al Animal
paciencia de fiera,
cuida la huerta
de la buena hierba.
Guarda a mi secretaria
las cuerdas vocales,
arroz a la cubana
le dé al militante.
Guarda a mi maestra
en el viaje a América
de habla portuguesa.
Guarda a la prole
de traumas y tormentas.
Guarda a los que vienen
abriendo nuevas brechas.
Dale a los amigos
saludes y monedas,
que seque lo malo
y en lo bueno llueva.
Guarda a los artistas
que son de tu Iglesia.
   

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