miércoles, 13 de mayo de 2015

moral cuestión

¿Hubo un jardín o fue el Jardín un sueño?

No fue sino una mágica impostura
pero yo sé que existe y que perdura,

aunque no para mí. La terca tierra
es mi castigo y la incestuosa guerra.

Y, sin embargo, es mucho haber amado
el viviente Jardín, siquiera un día.


Poema de Borges. Estoy frente al autor. No JL Borges. Otro autor.
--No es lo smismo pederastia y escritura. En El teatro del Sabath, Phillip Roth usa un personaje pederasta. Y todos los años es candidato al Nóbel. No estoy indignado con nadie, sino contigo, cacho burro, que no sabes que la literatura no tiene códigos morales. O entretiene y gusta o no. 
--Hay controversia. Como cuando a Flaubert, que la novela lo llevó a un juicio... --me justifico.
--Ojalá haya mucha controversia. El problema es que no sirve de nada, porque cuando el lector quiere comprar el libro, no está en las librerías.
Ni el libro está en Anagrama. 
Aquí los editores se acostumbraron a la subvención. Publicar, cobrar y otro autor, otra obra. La orden del Estado: publicar mucho, que no se lea nada. Y si se lee, que sea por entretenimiento o gusto, nada de cuestiones morales.
Del asunto pederastia (qué fea palabra) me acuerdo de un cuento de Fonseca. A un niño zoquete su maestra lo llevó a su casa a darle clases particulares. El niño cambió. Aprendió como un campeón letras y números. La maestra, con antecedentes, fue acusada de pederasta. El padre preguntó seriamente al niño. Efectivamente, la maestra le enseñaba más que números y letras. El padre le dijo lo que tenbía que declarar a la Policía. La maestra salió libre de sospechas, gracias a la declaración del alumno. Y después el padre le dijo al hijo que siguiera yendo a clases particulares.
La defensa del autor por los personajes es evidente. La conducta ejemplar del padre, la maestra y el niño. Más allá de que la moral de la escritura es escribir bien (qué misterio), las novelas, como la vida, despiertan reflexiones morales. Lastima que MORAL sea una palabra con demasiados gusanos.  


2 comentarios:

Riforfo Rex dijo...

Me pregunto, con el cuento de Fonseca (que no he leído), si hubiera sido tan aceptable si los géneros se intercambiaran maestra y niño por maestro y niña. Recuerdo ahora otra historia, de Luis Landero en El Mágico Aprendiz también con esa combinación que parecía aceptable.

Jesús Castellano dijo...

Seguramente la cosa cambiaba. Que una maestra haga un hombre a su niño, no molesta. Que un maestro haga de su niña una mujer, inaceptable. ¿Por qué? Me gustaría saberlo.
Junto a una noticia de un presunto policía pederasta, orgías con niño y fotos para la posteridad, otra de uno que "abusaba" de la hija de su "pareja sentimental". Estuvo abusando0 desde los diez a los catorce años de edad de la niña, que denunció el caso, según la noticia, cuando el individuo cortó la relación con su madre.
Cuatro años de abuso son muchos años.