jueves, 18 de febrero de 2021

rap

 Hice una copia en papel de la versión destartalada de Vertical blues y sigo corrigiendo, quitando frases que sobran, que entorpecen la música, y cambiando palabras por otras más idóneas. Ya menos.

El caso Hasel me ha hecho pensar en la importancia de darse pisto, de decir aquí estoy yo. Eso me molesta, porque vale que valga la obra pero ni yo ni tú valemos un pimiento. Nadie vale un pimiento, ni un comino. Pero el mercado exige que te des a valer. No sé, las veces que tuve éxito quedé desbaratado.  El éxito me descoloca. Hoy nombré a Agosta, en un comentario a cuenta del caso Hasel, y me ripió. Pero a lo mejor es lo que tengo que hacer, darle valor a lo que tengo. Palarea, en paz descanse, dijo que esa novelita iba a dar mucho que hablar. Pero hasta ahora ni el editor la ha movido ni yo la he publicitado. Sé que es una aceptable versión  moderna de Los últimos 120 días de Sodoma, de Sade. Además es una obra imaginativa en estado puro, ajena a la vida personal del autor. Tal vez, si tuviera la oportunidad de una segunda edición, la corrijo y a Agosta la hago rapera, rapera sucia, no puede ser de otro modo. Y el relato que ella lee, que ocupa 2 ó 5 páginas, quitarlo y poner el de Kafka El artista del hambre o el de Antonio Bermejo La fiesta. O lo dos. Son relatos que se reflejan uno en el otro, y que en cierto modo, modo literario, serían un contraste muy marcado en relación con la bestia Agosta, más parecida, pero en bruto, al héroe del cuento de Isaac de Vega La posesión.

Bueno, no termino una cosa y ya estoy pensando en otra.  

¿Seguirá Juan con el estómago revuelto? Le dije que esta vez invitaba yo, pero mejor que siga malo, porque ya gasté los ahorros.

En cierto modo comprendo a mi otro amigo que se enfadó por darle yo cancha a una opinión ,sobre el vídeo que me hizo, bastante cizañera. Pienso en una amiga. Es bastante forofa de un individuo que yo considero deleznable, un hipócrita baboso. Eso casi ha disminuido el afecto que le tenía. Y está bien, en algunos casos, enfriar ese afecto. Es un sentimiento que encadena, y este mundo no está para más cadenas. Ya tiene suficientes.  

3 comentarios:

Egaranda dijo...

No termino una cosa y ya empiezo otra!!
No terminar algo es una forma de que esa cosa perdure, sí él sonido es acogedor por qué de terminar ya.

Egaranda dijo...

No termino una cosa y ya empiezo otra!!
No terminar algo es una forma de que esa cosa perdure, sí él sonido es acogedor por qué de terminar ya.

Egaranda dijo...

No termino una cosa y ya empiezo otra!!
No terminar algo es una forma de que esa cosa perdure, sí él sonido es acogedor por qué de terminar ya.