domingo, 21 de febrero de 2010

adiós, sardina

Con Aznar el del dedito,
Zapatero el del viento
y Rajoy cara de obispo,
estoy la mar de contento.

Con el diario más vendido
aclamando independecia
contra la panza de burro,
¿a quién pido yo clemencia?

En estas absurdas islas
hijas del surrealismo,
donde callan a canarios
y siempre balan los mismos.

Calla el amigo Gilberto,
si está su novia extranjera,
sufriendo como marrano
haber perdido su huerto.

Lo acompaño al sentimiento
en el crudo velatorio,
que venga don Juan Tenorio
y se la lleve al infierno.

Ale, loco, no te amargues
y desala ya a ese loro
y que traigan chocolate
de las riberas del moro.

No hay comentarios: