miércoles, 24 de febrero de 2010

gracias al bilbaíno

"Tras los carnavales, se reanudan los jueces de poesía de La Gramola", infoma Laureano. Con razón decía Antonio Machado que las erratas mejoraban sus textos. Noche complicada esta noche. Zacarián a punto de pelearse en El Castillo con un tolete que, sin embargo, sabía hacia dónde camina el mundo.
--Estamos jodidos, esto revienta pronto, estamos mal... no en España, en todo el mundo. Está la cosa peluda, compadre...
No sé por qué hubo esa violencia. En esta noche el poeta Zacarián intentaba resolver el misterio de otra noche en el callejón, en S/C, donde está El Parra.
--No me invites a nada... ¿qué tiene usted de bueno para mí?, ¿te vas a poner con boberías --dijo Pedro, el carpintero.
--El poder del verbo, el verbo tiene un poder --dijo Zacarián.
--Eso es una defachatez... al paisano sin decoro le importa un bledo que el agua venga sin cloro --dijo Pedro.
--Yo no viví la época de Franco, pero estamos peor... --dijo el violento.
--Si Agarfa... ¿cómo era eso? -dijo Zacarián.
--Si Agarfa no quiere mirarme, para que quiero pan ni vino ni agua --recordé yo, el último poema guanche, traducido al español.
Y Zacarián quiso puntualizar algo, y el violoento se acercó y estuvieron a punto de fajarse. Si no llega a ser por el bilbaíno de San Andrés, esta noche corre la sangre junto al castillo.

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