lunes, 16 de septiembre de 2019

de un poema de Gabriela Mistral que publica en su muro Pamela Alvarez, escojo unos cuantos versos:

Dejaron un pan en la mesa,
mitad quemado, mitad blanco

Huele a mi madre cuando dio su leche,
huele a tres valles por donde he pasado

Y no hay nadie hoy tampoco en la casa
sino este pan abierto en un plato

Sobre esta mesa sin carne y fruta
los dos en este silencio

(aparte de signos de puntuación alterados, añadí "hoy" en un verso, y el último mostrado, completo es "los dos en este silencio humano". El recitador, o el lector, tiene todo el derecho del mundo (derecho moral; el legal es otra cosa) a apropiarse de un texto ajeno si ese texto está diciendo lo que él quiere decir. A esta soledad de hoy se le puede añadir el personaje de Carol en la película de Polanski "Repulsión". Otra amiga virtual la ha puesto en su muro y la estoy viendo. Polanski no es Hitchcock. No resuelve el mal sino que lo lleva hasta el fondo.)

Hoy almuerzo en casa de Siao-Ling y Wang. Iba con la guardia puesta pero no hizo falta. Wang en el polo opuesto de su común naturaleza. Los cuadros que está haciendo por lo menos uno tiene una segunda e incluso tercera lectura. Los otros son vacíos y con una destreza mal aprovechada, sin vida y sin zona áurea. Bueno, es su manera. Le digo los fallos que tiene. Se quiere justificar. Pues que se justifique. Decirle a un torpe engreído dónde está errando, no sé si merece la pena. Lo que veo es lo que digo. Y mejor no verme a mí mismo: Hablar del pueblo. En la plazoleta, donde antes jugaban los niños a la pelota, han puestos cachibaches horribles para los más pequeños. Pueblo que en su día dejó que se destruyera la escalinata de la iglesia, de 1927, es para no tenerle fé. Hace tiempo que perdí la fé.
Distinto a anoche, recitando a Candelaria Villavicencio con Marcelino Marichal. Sus versos llenaron de vida el rincón del pueblo donde estuvimos. Marcelino aprecia que la voz de esta poeta no es corriente. Iluminaba como el fuego interior de la luna y rodeaba el espacio con las formas animales en los laureles de India, la Montaña y el pez descendiendo al fondo.

Hoy sin embargo, tranquilo almuerzo, buen puchero pero qué tristeza sombría, a la luz del sol, en todo el pueblo, incluso en los chistes malogrados del hombre del kiosco de la plazoleta:

--Está decretado que cuando las cucarachas hagan el amor no aleteen las alas.

Y el barrio igual.

--A este tiempo Sur le tengo yo más miedo que al tiempo Norte --en la escalinata de Ibrahim. 

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