martes, 17 de septiembre de 2019

--Me apena que mutilen un poema.

Si el otro día la frase de mujer que encontré fue "yo todo lo que publico lo tengo registrado", ayer fue esta.

En Horizontal jazz quedan como anillo al dedo en un personaje que se llama Sandra. Hablo mucho de su voz y su hablar pero a ella se la oye hablar poco en el episodio donde la cuento, una noche de jarana en Gijón. ¿Qué se le puede decir a alguien que confunde a un buen podador de manzanos --en Asturias son muy cotizados--  con un despiadado mutilador del pobre arbusto? Sí, mujer, hay plantas o poemas que hay que dejarlos como están, pero otros necesitan un afeite. En mi caso, el de Gabriela Mistral, no porque necesite el poema poda, hasta ahí no llegué, pero sí puedo hacer mío algunos versos, por literatura o porque en realidad los estoy sintiendo. En fin, los romances medievales dicen unos que son ramas cortadas de obras mayores (otros dicen lo contrario).

Y lo que digo yo es que ya doy por concluida la obra inédita. Ahora toca llevarla al mundo. Sin prisas. Lo demás quede en este diario, mientras dure la voluntad. Escribir como quien suda, como quien caga o como quien folla. Escribir como si nadie estuviera mirando.

¿Tú que piensas, Pepe? Ya sé que hay que restar y seguir y que la prisa mata y aceptarlo todo y no creer en nada, pero todo tiene su sí y su no. Si no, todo son frases, palabras nada más.

No hay comentarios: