viernes, 13 de septiembre de 2019

--Hoy es viernes y el cuerpo lo nota --uno de los obreros que están en los andamios del edificio de enfrente, el mismo que más tarde, al final de la jornada, me pregunta desde arriba cuánto vale el cuadro.
--No sé, no soy vendedor --le digo.
--Cuando terminemos la obra, te pido un autógrafo por si te haces famoso.
--Los famosos hoy son plagas, están por todos lados. No es un mérito hacerse famoso.
--¿Y esos qué son? ¿gente en una playa?
--No sé, lo que tú veas. Yo sólo veo líneas y colores, eso es lo que me preocupa, ¿cómo ves tú los colores?
E me llama no sé por qué y tengo que entrar en casa y me quedo sin saber la respuesta. Hoy le puse el rojo que María había visto como parte del cuadro, y era la silla. Hice lo que aconsejaba don Juan a Castaneda. Calculé hasta la extenuación cómo incorporar la silla al cuadro y una vez todo calculado al carajo los cálculos y con el primer tubo de rojo que encontré y unas elementales señales de referencias, a pesar del solajero, me puse y puse la silla en el cuadro, y a la real le di la vuelta.
Hablando de María, no pongo ahora aquí lo que ella escribió en fb porque a lo mejor bajo a la ciudad a oír música de Senegal en el lugar donde nací.

Otra María, esta no real, es María Iribarne, la de la novela de Sábato El túnel. Recordarás que el interés de Pablo Castell por ella comenzó cuando la vio mirando con suma atención uno de sus cuadros, en una exposición pública. Las escena la recordé con intensidad antier, viendo desde la penumbra de dentro de casa, a una mujer desconocida pararse delante y mirarlo con un interés que me sobrecogió. Tengo que buscar lo que María Iribarne vio en aquel cuadrito de Castell. El pensamiento de la mujer de antier, pelo de esparto, con mil ondulaciones y teñido de rojo encendido, mi imaginación quiere verlo con las palabras de María, mujer real, amiga, de Charco del Pino.

Y hasta aquí el cuadro.

Me hizo gracia una poeta que publica en fb su poema (no estaba mal, a mi gusto) y en un comentario le pregunta alguien si puede compartirlo y ella le contesta.
--Claro que sí. Yo todo lo que publico lo tengo registrado.
El poema no me interesó para nada apropiármelo, pero esta frase sí. Como anillo al dedo en un diálogo de Barrio Chino:
--Yo todo lo que publico lo tengo registrado.

¿Lo tendrá registrado?

Otro tema literario es la corrupción en la república de las letras. Ejemplos hay varios. Pero el de un poeta el otro día en fb da muestras de que las palabras tienen el significado que le da don Huevón a Alicia en el País de las Maravillas, Para él la corrupción está en los que hacen crítica destructiva. ¿Qué quiere decir esto? Bueno, lo dejo aquí por hoy. Tengo que... cosas mías.


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