martes, 19 de enero de 2010

Llego a casa después del programa, después del paseo con Anghel, hasta Toscal city. Una en el Monterrey y a acabar con unos espaguetis que le salieron bien a mi padre. Con el potage del otro día falló, pero los espaguetis cojonudos. Un día de estos tenemos que ir por La Guancha, donde hubo o hay un cura cuya fama aproveché para la novelita sobre adulterio, uno que llama o llamaba putas a las damas del pueblo y maricones a los paisanos, a los magos del lugar. Eso me contó mi padre. Yo no sé si es verdad. Seguramente hay exageraciones.
Mañana quedé con Marcelino el oyente para subir al Ateneo de La Laguna. Un autor que merece la pena conocer: JRamallo. El bloc del nota es estupendo. Sus columnas en La Opinión, te cagas, impecables. Reconforta saber que esta isla está en crisis de valores, pero hay gente escribiendo con la fuerza de Barrera Corpas entre las ocho cuerdas. Otro es Juan Royo, que hoy por fin, después del Auditorio, volvió a Radio Tijuana. La verdad es que me salvó de los izquierdazos que me estaba pegando Víctor Roncero, ya embarcado en ese bajel pirata del Capitán Garfio. Y luego el Capitán Trueno, que también me echó una mano para que no me aplastara la apisonadora rigorista de Víctor Roncero. Mi madre, si encima de lo que me pagan, me exigen rigor, creo que mejor me mando a mudar. De todas maneras soy un hombre de rigor, comprendo a Víctor, pero aquí el rigor es la lengua, y sobre la lengua, ¿qué podemos hablar?
Mi hija Atteneri, que oyó el programa en Madrid, me manda dos correos. Copio aquí ahora el primero:

¿Quién es el godo ese que piensa que las opiniones de los demás están equivocadas con las suyas?
COLONIA. 4. f. Territorio dominado y administrado por una potencia extranjera.
(y añado yo: en la época del colonialismo, en la que los países europeos se dedicaron a tener colonias a lo bestia, o en cualquier otra época. Un territorio que pertenece al país fuera del territorio nacional, y que en muchos casos paga tributos. Y no todas las colonias han sido descolonizadas.)
Me sacan de quicio.

OOoo

3 comentarios:

Anghel Morales García dijo...

Chapó por tu hija, que afortunadamente es más inteligente que tu, no se como coño te dejas machacar por alguien que como dice la madre de mi hijo, ni tiene razón ni la aparenta.
También decía otra de mis ex, que los godos razonan también que hasta parece que tienen la razón. Lo malo de Víctor es que no es godo de última generación, sino que nació en El Monturrio (Barrio Duggi).
De todas formas ni oí el programa, ni el coño de la Bernarda, pero por lo que tu escribes y lo que escribe Lizundia y la oportuna coletilla de tu hija, estás convirtiendo La Puerta en un programa de mediocres y tu tienes talento, ¡BUSCATELO COÑO!
Otra cosa, los ring tienen doce cuerdas, no ocho y ahora le están poniendo 16, pero ocho nunca.
Bueno Jesús, felicito a tu hija por tener criterio y a ti te doy el RIP por la muerte de tu única neurona creativa: ¡RESUCITALA JESUS, QUE TU PUEDES! Lo hiciste con Lazaro.
Con esta opinión este blog ya parece otra cosa.

Jesús Castellano dijo...

Que el ring tiene ocho cuerdas es tan evidente como que La Puerta sin ti es un caso clínico. Que tú digas que son ocho más cuatro, eso ya no te lo discuto. En cuanto a la mediocridad, ya ni te cuento cuando regrese Ramón. La verdad es que no le vendría mal una mano de pintura al programa del que, lamentablemente, tú te fuiste. Sin ti, la cosa está demasiado inclinada a la banda jurídica. Al teatro mundano de las leyes. Las que quiere imponer Víctor son las de la gramática como imposición normativa, sin darse cuenta que las palabras son las que se usan, y que el significado es el que le da el hablante en el momento de usarla, y el oyente entiende perfectamente, si hablan el mismo idioma. Aquí hablamos hoy de colonia como todos los días El Día habla del Gran. De todos modos, nuestra misión patriótica es hacerles ver a los compatriotas engodados de qué hablamos nosotros cuando hablamos de colonia. Sé que somos distintos, que nosotros no razonamos lo que decimos, porque simplemente nos limitamos a decir lo que vemos. El caso es que ellos no ven lo que nosotros vemos. No quieren ver que hemos sido desposeídos de una lengua que dominábamos con más rigor que esta, el español. No quieren ver que el español que hablamos en Canarias está impregnado de las antiguas lenguas que hablaban los isleños antes y un tiempo durante la conquista. La lengua que nos robaron. Por tanto hoy la palabra "colonia" aplicada a este laberinto de islas es rigurosamente válida. Nuestro destino es recuperar la lengua que nos robaron.
¿Te acuerdas de León Felipe? Él escribió que los que ganaron la guerra se quedaron con todo pero los que la perdieron se quedaron con la palabra. En nuestro caso se quedaron con todo y siempre han querido imponernos su idioma, y como ellos hablan en su idioma y nosotros en el nuestro, es dificil entenderse. Sé que son torpes, no tienen ni inteligencia ni talento, pero tienen buen gusto. Y hablando de buen gusto, lo que La Puerta necesita es una voz de mujer, una que sepa poner las cuatro cuerdas que le faltan al ring. Bueno Angel, ya sabes que sin ti no soy nada. Palante.

Azena dijo...

Gracias al autor por la cita y al comentarista por los elogios.

Demasiado bien sabes tú cuánta importancia doy a las palabras y lo que me cuesta admitir que la lengua es algo vivo y que son los hablantes los que la hacen. No estoy en las islas ni sé cómo usan la palabra "colonia" los canarios de hoy. Pero cuando pienso en las colonias no pienso sólo en las que consiguieron su independencia.

Quizá la palabra se haya quedado obsoleta, quizá hoy su significado se haya reducido, pero para nosotros sigue siendo lo que fue, ¿no?