viernes, 9 de octubre de 2009

Borges

Sólo una vez nombró la palabra puta
y la puso junto a un cuchillo en un poema
que encontró en los libros una noche.

Y convirtió el cuchillo en una espada
que igualó el hielo con el fuego.

"Traiga el cuento la guitarra
--dijo-- al brillo de este fierro".

Y soñando la palabra
fue fría la nostalgia
y ardientes los recuerdos.

Creyó que en el nombre de la rosa
está la rosa
e imitando a Li-Po, cantó al vino
en la noche jubilosa
y en la jornada adversa.

5 comentarios:

campanilla dijo...

Gracias por la poesía, mejor hubiera sido una suya pero por algo se empieza.
Ramón gracias por dejar que te tutee, lo mismo digo. Y menos smal que me tenías en cuenta escribiendo para no alargarte mucho, que si no, escribes un libro directamente...je je.
un saludo.

Jesús Castellano dijo...

El título del poema es Borges, no es un poema de Borges, aunque el autoconstructor usa materiales del poeta argentino para escribir una "biografía" espiritual del poeta argentino.

campanilla dijo...

Aunque no soy escritora ni nada por el estilo, sé diferenciar un título de una firma, como secretaria que soy, sé que las firmas se colocan al final de los escritos y los títulos antes de los mismos.
La verdad es que no veía visos suyos en la poesía, por eso pensé que no era suya, (pero no precismante de Borges), en cualquier caso gracias por la aclaración.

campanilla dijo...

Aunque no soy escritora ni nada por el estilo, sé diferenciar una firma de un título. Como secretaria que soy, sé que los títulos se ponen antes de los escritos y las firmas después de los mismos.
No veía visos suyos en el poema, por eso pensé que no era suyo, porque como dice, usa unos materiales del poeta, pero tampoco pensé que fuera de Borges.
En cualquier caso gracias por la aclaración. Feliz fin de semana.

Jesús Castellano dijo...

A lo mejor es el mejor poema que nunca he escrito. Marcelino me prestó un libro de Borges, y un paseo nostálgico por santa cruz hizo lo demás. Los materiales siempre son ajenos. El buen arquitecto elige los materiales, entre otras cosas, y diseña la contrucción. En este caso creo que he sido, con la ayuda del recuerdo de un viejo Santa cruz, y un ron Aldea en el Monterrey (San Andrés), y la lectura de Andrea Palladio, un acertado arquitecto. Sé que si Borges levantara la cabeza, firmaría ese poema como suyo. Ese es el mejor autoelogio. Por otro lado, ya he elegido, para que lo oiga Linzundia, el primer poema del próximo Martes 13. Este sí enteramente de Borges.