jueves, 8 de octubre de 2009

La poesía tendrá que esperar. Estoy en la cola de mi amiga la editora Pilar Pomares y ni con recomendaciones voy a poder saltar sobre los vates que están por delante de mí. Esta mujer es como La Justicia en el tarot de Marsella, con una espada en la mano derecha y la balanza en la izquierda, pesando lo que vale y lo que no y cortándole el ímpetu a quien pretenda pasarse de listo. Pero cuando Hacienda deje de apretarme la cabeza y me deje en paz, prometo a Campanilla subir a la montaña donde yo sé que hay una fuente de buena poesía y si cazo alguna la pongo aquí, dedicada especialmente.
Por lo pronto sigo con esta prosa digna de flotar en las aguas de Las Teresitas. Apta solamente en estos días para bañistas osados y enemigos de las prohibiciones.
De par de mañana hablo con Marcelino. Primera reprimenda del día. "Eres como los periodistas... yo lo que te dije es que ustedes eran los románticos y que Lizundia era el unico allí dentro que tenía dos dedos de frente"... En fin, otro que me rectificó fue José Rivero Vivas... A ver si se animan y participan también en la construcción de esta obrita y aprendo a escoger la arena sin sal y saber el tamaño y lugar idóneos de puertas, ventanas, cimientos, etc. Mientras tanto, con lombrices a mis pies y Hacienda sobre mi cabeza, no puego permitirme el logro de la exactitud verbal. Sin embargo, espero que los malos escritores sigamos teniendo la gracia de ser leídos.
Volviendo al Tarot, mi carta de hoy es la de Los Enamorados. La alianza entre CajaCanarias y la Caja de Navarra demuestra que, por lo menos hoy, el Tarot no engaña. A CajaCanarias tengo que agradecerle el buen vino de ayer, para celebrar la presentación de un libro de cuentos de Luis León Barreto. Buen vino y buenos amigos allí dentro. Al primero que vi, estando con mi hermana, fue otra vez a Laureano de Lorenzo, que ya a estas horas habrá colgado imágenes del acto en su cocteleemos. Curiosidad tengo por acercarme a su página.
Por lo demás, mierda para el independentismo de cierto periódico que hay por aquí, y es una lástima, porque es el único que llega al bar Castillo, en San Andrés, y porque tiene colaboradores que, para mi gusto, valen la pena.

2 comentarios:

campanilla dijo...

Esperemos que Hacienda deje de apretarle la cabeza, y que la editora amiga ponga la balanza a su favor para que pueda ir a la montaña y robarle algún versito que otro. De todos es sabido que los editores poco arriesgan, y si lo hacen es porque hay otro incentivo por medio. Yo siempre me hago la misma pregunta: ¿Quién diablos decide que un libro sea un best seller? ¿Cómo un libro antes de salir a la venta ya lo es? si alguien lo sabe que lo diga, por favor.

Laureano Lorenzo dijo...

Pues sí, amigo Jesús, ya están colgadas en http://coctelemos.byethost6.com las fotos de Los dioses palmeros.
Así que acércate y sacia tu curiosidad.