lunes, 24 de diciembre de 2012

esta noche nace el niño...

Érase una vez unas fiestas de mierda. Felicidades, felicidades, prosperidad, prosperidad. Ni felicidades ni prosperidad ni pollas en vinagre. La chicas de mis cuenstos preferido, ninguna me dice chaval, joven, ven conmigo a bailar esta noche especial.
Empieza en el mundo una nueva era. A ver si los escritores, como me dijo antes mi amigo el hermafrodita, se dedican a escribir como hombres y no como mariconas que buscan tesis en las universidades y se hacen el onanismo cuando ven su libro en el escaparate. Se me revuelven las tripas, dan ganas de vomitar. Y encima, Blanca Nieves seguro que elige a otro enanito la noche de fin de año. Que lo eliga. Seguro que Mudito es el elegido. Siempre él, el más ingrato de todos, el que va a lo suyo, pero siempre es Mudito en las noches especiales. Y en las no especiales, no sé. A mí hace tiempo que no me toca el número de la suerte en la ruleta del medio del bosque. Caperucita tampoco. Está llorando por la muerte del lobo junto al estanque donde el enamorado animal se ahogó por culpa de las piedras, y encima el cazador salió rana, la tiene chica y no aguanta más de uno. La niña llora por el lobo que no se bañaba. que era un hediondo, pero que supo comerse a la abuelita...
--... esto es un honor, la noche en que el autor de El negro escribió su entrada en mi ordenador... esto es más grande que ir esta noche a un cabaret --salta el capitán.
--Quita la caveza de ahí.
--¿Ahora te vas a poner estrecho?
Me vuelve loco la caveza este Marcelino. Se cree que por prestarme la computadora, está permitido comerme la oreja, así como así, bla bla bla...
--... que ese escote se abra más todavía...
Bueno, a lo mejor si llegamos a la puerta del edificio donde está la fiesta, veamos salir a Cenicienta. El chachi que se quede con el zapato. Nosotros, tras ella, al acecho, con prudencia, inteligencia y energía. Hasta que la veamos otra vez como la yegua aquella del cuento de Chinaski --¿tú crees que ya olvidado, Eduardo?--...
--El otro día leí un rollo de Villena contra los poetas que me gustó. Decía el tío...
Me acuerdo de Villena en Oviedo, cuando... sí, un rollista este novísimo, quemado porque su amigo De Cuenca estaba más alto que él...
--¿Qué hora es, Marcelino? A lo mejor ya está Dr R en la calle del clavelito...
Bueno, pos nada, que los reyes dejen mucho chocolate, del bueno, del de antes del euro y la madre que lo parió.

(última noticia: al Papa le vieron las pezuñas de Diablo... buena señal)
Y este Jueves Alta Poesía en La Vida Mala... Venga todas, las necesito a todas. Tengo un hambre de todas que...

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