jueves, 27 de diciembre de 2012

jueves Malavida

1
Porque eres rico y divino
y de guapura sin par,
te las das de muy divo
en el arte intelectual.

La fortuna es una rueda
y el tiempo lo cambia todo.
Cuando estés lleno de lodo
y quien vos quiera no quiera
verte ni en pintura,
entonces, buen caradura,
pon esa linda pose
que me estás poniendo ahora.

***
2
Mañana es la fin del mundo,
se nos acaba el rebumbio,
nos espera la eternidad.

A ver qué hacemos esta noche?
Yo pongo el vino y el pollo
y un cochino de condumio,

cochino de pelo negro.
Ella que ponga el conejo,
el conejo en salmorejo.

No me lo tengan a mal
si yo prefiero las viejas.
Cuando me siento fatal

y todo roto por dentro,
vieja de forma cabal
me lleva a un óbtimo centro
donde gozo el cobijar.

No la tengo como un negro
ni como la de un alemán.
Mi cartera no es de cuero.

Pero eso qué más da.
Mañana es la fin del mundo,
noche de coger rumbo
a un sitio del más allá.




1 y 2 fueron leídos en el recital de la MAC organizado por Anghel Morales.

Hoy también Anghel --con Rubén Díaz a la guitarra-- me invitó otra vez a recitar. Esos de arriba, 1 y 2, ya están caducos. Si encuentro un ejemplar de Proserpina si viene esta primavera, donde está la letra con que Grupo Salvaje revolucionó in illo tempore la Plaza Toros, a lo mejor, entre eso y Evelia y Bea y Alejandro y..., esta noche en la Mala Vida aparezca otra vez, afuera, en la pared, la araña negra de aquella noche con Sita haciendo fotos circulares...  Araña circular y devoradora.

Por supuesto, están invitadas amantes, amigas con derechos adquiridos, amigas de largas conversaciones bajo la luna, amigas ejecutivas, amigas silenciosas, todas todas. Anghel Morales es un poeta con un gran corazón. Incluso cabemos en él los más feos poetas de este momento, Alejandro y un inseguro recitador

(Gracias Pepe --José Rivero Vivas-- por tu enseñanza crucial la otra noche).

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