miércoles, 12 de diciembre de 2012

Se fue la sombra,
se fue el cuerpo.
No se fue el hombre.
El hombre es el recuerdo.

Estos versos a Antonio Cubillo, con la seguridad --como dijo su amigo Andrés Chaves-- de que se va a conservar, y bien, entre nosotros. He leído lo que ha escrito Chaves --totalmente en sintonía con el escritor al que no dejan entrar en la Academia Canaria de la Lengua, organismo que ya no sé si existe--, y lo que escribió el tibio Juan Manuel García Ramos y lo que escribió el más combatiente y buen analista político González Jérez. Eso lo leí ayer. Hoy, en Nación Canaria blog lo que escribió Anghel Morales. La muerte del mencey Cubillo, con sus luces y sombras --no era un santo, sí fue un héroe--, hace importante todo lo que ocurre hoy a nuestro alrededor, público o privado. Anghel dice que se alió con Gadafi en ese tiempo. Yo mismo me alié con Gadafi en ese tiempo. Agustín Pacheco me hizo quitar de Telarañas a Gadafi y tuve que poner a un fantástico Rey de África, y se desvirtuó el personaje. Eso ya de igual. esa novela el día de mañana la coge otro escritor, le aplica la alquimia del arte tuneador y seguro hace algo bueno por la humanidad. La estructura es inmejorable. Pero la fastidió el estilo. Hoy sus páginas son escombros. Las que no serán escombros, supongo, son las que mi alcalde ha puesto en distintos lugares de Santa Cruz. De Carbajal y Alemany, dos buenos escritores a lo que por mala suerte aún no he leído. La idea de aglutinar la narrativa sobre Santa Cruz nació, para los que tengan memoria, en este blog. No me doy méritos. Hay ideas que no nos pertenecen. Están en el aire y lo mismo pueden posarse en el techo de mi casa que en el despacho del alcalde Bermúdez. Mi propuesta se inciaba con las novelas Idolos de Bruma (de Roberto Cabrera), Puerto Santo (Juan Royo Iranzo) y Cucarachas con Chanel - realismo punto cero (JRamallo). Lástima que aún no haya leído a Alemany y Carbajal, seguro que los hubiera incluido. (Los puercos de Circe ya son literatura canóniga.) Son los que están. El periódico da noticias de doce lugares donde están esa páginas, y nombra la calle La Noria.
Idolos de Bruma es la más signada en los tiempos de lucha independentista. Ojo, no es una novela pólitica. Es una novela mundo. Quien quiera ver y respirar el Santa Cruz de aquellos tiempos, visite Ídolos de bruma. Tiempos también de Koliac, que mañana recitará en el Malavida. Donde la viuda negra vaticinó unas buenas noches, con Rubén Díaz a la guitarra.
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Ah, el final de la anterior entrada es el principio de un cuento de Anderson. Ya te lo contaré, pequeño lector.

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