martes, 14 de abril de 2020

Otra vez Franco, otra vez la república, otra vez la mierda seca. Luego se quejan de que los otros perros muerden a los que se comportan como pulgas. ¿Qué necesidad tienen de salvar así sus culos? Los héroes ya no existen o están en cualquier lado (verso de un poeta de Las Palmas), y los asesinos también están en cualquier lado. Más que por la responsabilidad política, van a tener que responder por la responsabilidad criminal. No se remedia un mal poniendo paños calientes o sacando trapos sucios. En lo político, están nutriendo el pimentón de Vox y no se dan cuenta; en el más piadoso de los casos están dando palos de ciego.

En lo cotidiano, aquí en la calle hoy no hubo aplausos, o yo no me enteré, que también es posible.

Escribo un poema animal al grupo de lectura. Empiezo: "Contertulia...". Cobarde que soy. Puse contertulia en lugar del nombre de la contertulia en quien pensaba. Otras celebraron los versos. La secreta destinataria no dijo nada. Como me caliente le mando uno a ella directamente a su móvil. Uno que acierte sin paliativos a que me pida hacer el delito de ir de noche a su casa. Sí, puede pararme la policía. ¿Qué le digo? Tengo que pensarlo, en su momento. ¿Qué poema podría escribirle? Un soneto, demasiado largo. ¿Un romance de catorce versos? No estaría mal si me saliera uno dictado por una calandria y respondido por un ruiseñor. Una copla sería perfecto. Una copla ajena, así no peco de atrevido.

Mañana si me preparo, debería ir a la farmacia. Y aparte de la medicina, pedir un tranquilizante somático. ¿Cuál era el que ponían en el cuartel en las comidas?


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