lunes, 19 de abril de 2021

apuntes hipocráticos

 A la autocompasión sigue el resentimiento y al resentimiento sigue el miedo.

A la autoimportancia sigue la soberbia y a la soberbia sigue la ignorancia. La ignorancia del sabelotodo.

A la no importancia sigue el poder y al poder el conocimiento.

La suerte cambia cuando dejas de compadecerte. 

En fin, pensamientos. Basura cognitiva.

Respirar hondo, como las tortugas, comer despacio y follar sin prisas es medicina para una vida sana.

Galeno recomendaba que la cura de un sanguíneo era quitándole exceso de sangre. La de un melancólico, exceso de bilis negra. La de un colérico, exceso de bilis amarilla. La de un flemático, exceso de flema.

De esto me estoy informando ahora. Y ya estoy jugando a los médicos. A mí a veces me entra la sospecha de que tengo dotes de médico. Así que me pongo a suponer remedios.

En cada persona se da la combinación de dos humores. Un sanguíneo colérico es una persona dominante y arrolladora. Un sanguíneo melancólico o flemático, persona equilibrada. Etc.

El modo de templarse un colérico sanguíneo es follar de vez en cuando (no siempre) con un flemático melancólico. Etc.

En fin, no sigo, que si peco de ignorancia, es mejor pecar poco. 




No hay comentarios: