jueves, 15 de julio de 2021

bailar pegado

 Escribe la amiga de Charco del Pino que quiere bailar pegado conmigo en la otra vida. Puede ser, a lo mejor en la otra vida podré bailar pegado. Ahora lee a Karmelo Caballero Iribarren. Cómo no acordarme del viaje con Roger y él por el país vasco y por parte de Francia, y la visita a la casa de Pío Baroja. Buenos tiempos, era uno más joven y más bailarín. Los dos eran enemigos (literarios) de Martín. Yo no lo fui nunca. Eso no me lo han perdonado. Por incitación mía, Martín (enemigo literario de Karmelo pero ya no tanto de Roger) hizo una crítica al donostiarra. Lo vinculó a la poesía sucia de Roger. Se equivocó. No hay en Karmelo nada que tenga que ver con el realismo sucio, que yo sepa.

Se queja, la mujer del gallo Valentín... me hace recordar la canción cubana que dice con palo no vale, Valentín... que tengo esto parado en el jueves. Pues de jueves a jueves y tiro porque no llueve. Aunque ya parece que es viernes. Día de Venus. Me comunica Belén que ya está en sus manos Las flores no se arrancan. Si algo inapropiado sobre el amigo editor Anghel Morales he escrito, lo retiro. Ya habrá más oportunidades. El prólogo que le hice no está mal, pero tiene repeticiones innecesarias. No le hacía falta ningún prólogo a ese libro. Más contento estoy con la portada, el haber aportado un cuadrito que sin ser una maravilla, tiene su cosa.

Vertical la estoy dejando descansar. Me temo que esa novela necesita aún varias vueltas más. La lectura que hizo Belén a un antiguo borrador me ayudó a mejorarla. Tiene ahora mejor música y está mejor hilvanada. 

El barrio sigue con sus historias. Eso para otro jueves, si cuadra y si tengo ganas de contarlas. 

Mi hermana, aprovechando que el marido estaba fuera, me invitó ayer a comer. El puchero no estaba mal, pero ya podía haberlo calentado un poquito.

En fin, a ver si cuando me acueste sueño que bailo pegado. A falta de realidades, hay que conformarse con los sueños.

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