martes, 6 de julio de 2021

objetos encontrados

 Se me ocurre un argumento. Un escritor hace una monumental novela. 1000 páginas. La corrige. La deja en 500. La corrige. La deja en 100. La corrige. La deja en 5. La corrige. La deja en 0. No, en cero no. Deja la palabra FIN. Toda su obra queda reducida a esa palabra. No hay más.

Pero no. Sí hay más. Cambia FIN y pone THE END. Le complace la obra en inglés. Tiene mejor música.

*

Una acción dadaísta era la de objetos encontrados. Sales de tu casa y los objetos insólitos que encuentres en la calle los reúnes y haces con ello un cuadro o una escultura. O un cuento. Se puede actualizar el método. Hoy encontré un gato negro de ojos brillantes que estuvo mirándome un rato. Encontré a M en Ibrahim, con boina inglesa, desmejorado. Lleva cinco sesiones de quimio. Encontré al Loco sentado en la escalinata, con su panza al aire, enseñando el ombligo. Encontré al hombre que vende ciruelas. Encontré a la vecina que danza cuando se mueve. Barría la puerta de su casa. Me paré a hablar con ella. Me contó que no puede dormir. Le dije que podíamos caminar los dos de noche hasta el mar. El mar es un buen médico. No creo que al marido, el que me manda fotos porno al móvil, lo tome a bien. El hombre es celoso. Y con razón. 

5.30 de la madrugada. Voy a salir a dar una vuelta a ver qué encuentro.

*

Un cubo con herramientas de un vecino que está en obra. Una silla vieja y destartalada junto a unos contenedores. Un medio pan tirado en medio de una acerca.  Eso es todo. Fin del paseo. 

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