domingo, 4 de julio de 2021

 Esto ya parece el juego de la oca. De la novela al fb y del fb a aquí. De pantalla en pantalla y tiro porque no falla. En fb aparte de lo que leo, estoy oyendo buenos poemas de gente desconocida. De aquí, de Tenerife. Hay uno de una madre que está en el cuarto de su hijo muerto que es estremecedor. La almohada desnuda es la primera imagen que evoca. Hay otro que es de una crudeza espantosa. Es la vida de un hombre que se levanta de la cama, va al trabajo, vuelve a casa, duerme, se despierta, se levanta de la cama... Y un episodio de Pamela me recordó una novela de Dostoievski, una en que un invitado a quedarse unos días en una casa, se va apoderando de la casa y haciéndose dueño de sus habitantes. La novela ya no la tengo. Sé que no la leí entera. En ocasiones el ruso, agobiado por la necesidad de entregar a tiempo los capítulos, escribía párrafos y páginas de relleno. Algunas de sus obras ganarían con una poda, ¿Quién la hace sin correr el riesgo de ir a por lana y salir trasquilado?

Los días siguen siendo de Ermitaño. El arcano VIIII. El ermitaño camina hacia atrás, mirando lo que ha vivido hasta ese momento de retiro. El Loco ha sido transformado por el juego del trilero, la sobriedad del emperador, el libro de la papisa, etc. La rueda de la fortuna está a su espalda. A ver qué depara.

Amanece. Ya pronto abre Ibrahim.   



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