domingo, 12 de junio de 2022

revisión

12-06-2022

 Fui al capítulo IX y lo vi flojo y desconectado del resto. Una estampa de Pedro Paramo que me salió al paso lo salvó. Es un episodio donde la novela de Juan Rulfo deja oír a una muchacha que se acuesta en la cama de su madre que... Lo puse en la revisión. En negrita. (Prefiero la negrita a la cursiva. El texto ajeno queda más solido y brillante, las palabras son como el abanico de luz de un faro.) El tema de la madre del narrador en lo que trabajo tiene su importancia. Y la sigue teniendo en el capítulo IX. Pedro Paramo le salvó la vida. Qué cosas. El caso es que volví a la novela mexicana. El tema principal, y no me había dado cuenta, es el de la madre-hijo y el del padre-hija. Si no fuese por el modo en que Rulfo lo escribe, Pedro Páramo sería un melodrama, un melodrama para mayores. Juan Rulfo rescata el sonido de la tragedia griega. Ese hombre era un brujo. El escritor de Charco del Pino tiene algo de Juan Rulfo. Tiene lo principal. Tiene el sonido. Pero añade demasiados ruidos, poéticastramente innecesarios y molestos. Juan Rulfo no tiene ningún ruido. La música fluye sin interrupciones poéticas. Y es también, la novela Pedro Paramo, canto de iglesia, cantares de mujeres que van a la iglesia. El cura que confiesa al mismo demonio es un personaje como si fuese el eje del carro, el movimiento de la novela. Las relaciones de vida y muerte de hijo-madre y padre-hija. 

Nuevas notas las pondré aquí. No puedo alejarme. Ahora me toca el X. Todo se andará.

Las referencias literarias deben, en lo posible, quedar explicitas. Por ejemplo el recurso de nombrar a los personajes con nombre y apellido es una marca de la literatura de Ignacio Gaspar. Lo más sencillo es que Ramiro Rivero esté leyendo una novela de Ignacio, un párrafo que encaje en la novela, y él se queje de ese recurso de nombre + apellido. 

Melitón, que no existía ni por asomo, se puede convertir en un personaje clave que indique la alquimia de la escritura: convertir la mierda en piedra preciosa, si es que puedo lograrlo  

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El discurso sobre la figura de la madre es importante. El yo narrador se sale de la película Misión de audaces, de John Ford, cine de los domingos a las cuatro, cuando ve la escena donde el coronel atiende a un joven soldado que siente que va a morir y este le dice: --"Escriba a mi madre, coronel. Se lo agradecerá mucho". Otra escena anterior, de madre e hijo, es cuando la madre saca a empujones de la fila de los confederados, tropa formada por niños, a su hijo: --¿Qué quieres, que te maten como a tus hermanos?". 

En un artículo de Millás hay un detalle que pega también en la novela: cuando dice que seguramente se comió al hermano en el vientre de su madre, y ahí empezó su canibalismo, "porque todos los neandertales somos caníbales por naturaleza".

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Capítulo donde la doctora se acerca al bar Castillo en su cochazo y después que le dice que ella elige las pollas que quiere chupar:

Pronto el auto empezó a rechinar los muelles hasta convertirse en un tormento para los amortiguadores.

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No sé si hacer intervenir al autor, yo, y aprovechar la primera frase del blog de Ramón Herar, en la última entrega: "¿Y por qué no cuentas la historia como fue?". Continuar.

Porque yo no soy quien vivió esa historia. Pero me hizo recordar a una doctora, cubana, conectada por internet, que fue a visitarme a San Andrés en un Mercedes descapotable, de lujo, y la llevé a tomar un café al Don Tenorio. También tiene su historia esta doctora y yo, de un humor casi digno de Plauto, en contraste con el gore de la novela. "El 2 es el número del arquero": la relación (sus historias) entre el personaje que mueve la novela y el autor que la escribe. 

Metáfora oportuna: la de las muñecas rusas, pero solo que al abrir una muñeca no aparece otra igual, sino otra completamente distinta. La novela de Stevenson El doctor Jekyll y mister Hyde  ilumina la relación de autor-personaje. 

¿Líneas paralelas que nunca se encuentran? "Se encuentran en el infinito", era la definición de las líneas paralelas. Un autor debe tender al infinito, a ese encuentro que sólo tiene lugar en el infinito. Es lo que dice don Juan a Carlitos en Viaje a Ixtlán.

No sé si el personaje o el autor reflexiona sobre las dos reglas básicas de la aritmética: la suma y la resta (la multiplicación es una suma y la división es una resta). ¿Dónde se encuentran la suma y la resta? La multiplicación (la suma) avanza hacia el infinito, y la resta hacia el 0. Si cero es igual a infinito, las líneas paralelas que van en sentido contrario se encuentran ahí. Lo que hay que ver es cuál es el 0 o el Infinito de la relación entre autor y personaje.



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