martes, 17 de noviembre de 2020

décima frustrada

 Dónde estará el tercer ojo

que quiero yo ver más lejos


Intento componer una décima, pero no salen más versos, a menos que la convierta en un estruendo vulgar


y volar a tu conejo

sabiendo que está sabroso

y que sufre los antojos

de tener nuevos amores

que llenen tus interiores

con el arte más antiguo,

aquel que anhelan los niños

cuando jóvenes se vuelven


Los dos últimos versos se quedan anclados en el rechazo de las musas. Tendría que hablar de los viejos cuando recuerdan viejos tiempos, pero la rima no me sale. Además la décima no vale la pena, hay que cambiarla a partir del tercer verso


y volar a tu consejo

en el jardín de tus flores


Hay que empezar de nuevo


Dónde estarán mis amores

que los siento yo tan lejos,

dónde cantan sus consejos,

en qué jardín, con qué flores.

No siento ni los olores

de  aquella danza tan bella.

El baile dejó una huella

que la memoria no olvida,


Y siguen sin salir los versos finales. Fuerte repentismo el mío. Mejor lo dejo.


Hoy perdí lo que ayer gané y vuelvo a la misma escasez


Hoy perdí en el juego

y recordé los amores

sus danzas, sus olores,

sus súplicas, sus ruegos.

Música de Samaniego,

de Iriarte y de Esopo

dame de aquel tiempo un poco


Nada, La décima no quiere salir. Qué noche esta más rara. 

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