sábado, 11 de mayo de 2019

Uno de los temas de la Teoría Literaria era el compromiso del escritor. Si el escritor debe estar comprometido o no con una causa política o religiosa. Si no recuerdo mal, la discusión se originó entre Camus y Sartre. El argelino defendía que el escritor no debe estar comprometido con ninguna causa. Sartre sí defendía el compromiso político del escritor. No sé si el tiempo hace justicia y pone a cada uno en su sitio. La obra de Camus es hoy considerada por muchos más valiosa que la de Sartre. Si me preguntan a mí, basta El extranjero. Un hito en la historia de la literatura.
Como personas, también Camus es considerado hoy como un hombre más valioso, moralmente valioso, que Sartre, considerado por muchos poco menos que un pájaro de cuenta. No entro en esta discusión. Además, el valor de la persona y el valor de la obra también era otro tema de la Teoría Literaria. Se refería a si la obra debe ser estudiada en relación con el autor o no. No entraba, yo no lo recuerdo, en que si un autor era un "indeseable" su obra debía ser borrada. Asunto que hoy sí está en vigencia. Autores que han caído en desgracia por acciones que se consideran inmorales. La moralidad de las civilizaciones ha llevado a la desgracia a quienes hoy son considerados de otra manera muy distinta. En un tiempo los malos, en esta parte del mundo, y dignos de hoguera eran los luteranos; en otro tiempo fueron los homosexuales. Etc. etc.

Hoy con mi amigo Extraterrestre fui a San Andrés, y nos sentamos en una terraza junto a los tremendos y mágicos laureles. Me dijo que la metafísica acertaba más con la verdad que la ciencia experimental. Como él viene de un planeta lejano, sabe más del universo y de la verdad. Yo callo y escucho. Intento comprender.

--Don Quijote es más real que tú y yo.

Pienso en don Quijote. Sin su compromiso con los libros de caballería, con la religión y la política del caballero andante, no sería nada; un hidalgo de medio pelo y ya está. También es verdad que sin Sancho, hubiera aburrido al lector ya en la tercera aventura, y Cervantes, que fue un autor con sentido de la medida, no hubiera pasado de ahí. Y no hubiera existido esa novela genial que es la segunda parte, la de después de Avellaneda.
¿Compromiso sí o compromiso no?
Tema complicado.

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