domingo, 16 de agosto de 2020

Mi alma es un circo que recuerdo.
A veces soy un payaso y hago reír
(de lo contrario me despide el empresario)
A veces soy la fiera al mandado del domador,
es mi vida pasar de una jaula a otra.
A veces soy el funambulista
y no hay red bajo la cuerda floja
y camino como si la alambre fuese el suelo,
las caídas son infames. A veces
soy el cantante voceando blanca va... la novia,
y sus siete solteros giran como Yemayá
la máquina de chocolate (ver Gran Vidrio).
El chocolate poco y el sueldo no es mucho.

Cómo perdiste así, idiota, mentecato,
a la dama que se sentaba en el palco,
¡ya no viene! ¡¿Qué le hiciste?! --
me grita hoy el empresario. Me dan ganas
de que se lo lleve un cernícalo. Nada,
ningún cernícalo y halcones menos.

Haz algo --me exige con su voz de rana--.
No podemos perder esa entrada,
¡Vamos a la ruina! --ruina, ruina...
fea palabra.


Se refiere el indigno empresario a la dama que salía de la sombra del membrillero y venía a este circo
a reir mis payasadas, asombrarse de verme caminar por el alambre y, cuando hacía de domadora,
me flagelaba sin mesura. Vale, no la echo de menos en el palco --el palco y las butacas los olvido-- pero no olvido sus latigazos. Y no entro en detalles, aunque dicen que la virtud está en los detalles.

Mañana empieza la semana. Un motivo para bajar a Santa Cruz. Habrá llegado el libro de Ana Beltrán a la Librería de Mujeres. Estoy a la mitad de una conferencia de Borges, titulada La pesadilla. A Borges no me canso de oírlo. Ahora comprendo la devoción que le tenía Víctor Botas. Si Borges tuvo un buen alumno, fue Victor Botas. El buen alumno siempre supera, en mucho o en poco, al maestro. En fin, elucubraciones aparte, a esa conferencia de Borges me llevó el título, y el tema, del libro de Ana María. La conferencia es impecable, vale la pena oírla. Aún no tengo el libro entre las manos, pero sé que la voz del autor de Ficciones está hablando de ese libro.

Ramón me avisa para... En el club de lectura, comunicado por wasap, discutimos sobre Victor Hugo... Pienso en un cuadro con piedras de Taganana... Yemayá está bailando...


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