lunes, 26 de agosto de 2019

Buey de Metal

Consejo antiguo es no caminar con nadie ni hablar mucho con él sin saber su nombre. Si yo supiera mi nombre te diría que caminaras conmigo, pero aún no lo sé. y además ¿sé tu nombre? Esto es una tierra a la que se le despojó de una lengua para poner otra. La lengua de carne la cambiaron por una lengua de palo. Escribimos en un idioma impuesto. Pero el muerto puede matar al vivo --Ignacio Gaspar tiene un cuento sobre este suceso--. La historia que conocemos de la literatura canaria comienza con los dos textos guanches que un fraile rescató, y con el primer poema en español que es la endecha a la muerte de Guillén Peraza. ¿Ha sido superado este poema? Creo que no. Tal vez tú puedas hacerlo, pero no seré yo quien te pida ese sacrificio. Será tu propia voz quien te lo va a pedir.

Es verdad lo que tú dices sobre el lector. No lo pondré aquí. Por lo pronto me lo guardo. Como un tahúr una carta. 

El mundo literario es un mundo de perros. No el perro del zodiaco chino que es honesto, sufrido y estoico, sino perros en el peor sentido, como en el peor sentido hablamos a veces también de zorros y hienas. Sí, también están los sabios que eligen escondidas sendas. Los que sólo se muestran muy de vez en cuando para dejar visible lo mejor de sí mismos, y lo demás lo queman. Pero primero habría que saber qué tiene valor y qué no. Tú y yo no somos sabios todavía pero con la imitación iremos aprendiendo el oficio. Pero si permanecemos en la feria, debemos leer a Maquiavelo y no a Tomás de Aquino. Estudiar lo que tenemos que mostrar a muchos, lo que mostramos a unos pocos y lo que escondemos hasta que llegue el momento oportuno. Si no somos buenos comerciantes, mejor es que nos retiremos de la feria, pues nos comerán los más listos.

En fin, pon todo esto en interrogaciones. Reflexiones en caliente. Es el tiempo.

1 comentario:

Candelaria dijo...

Lo acabo de ver...déjame tiempo para la reflexión