sábado, 31 de agosto de 2019

Las secuelas del recital duraron su tiempo. A raíz del post de abajo intervino el poeta Arroyo a afearme el escrito: no tengo que meterme a crítico (confundió la crónica de un espectador con una crítica) y se sintió excluído, aunque él no estuvo en el recital), y al parecer --no me dijo por qué--, mis elogios perjudican al elogiado. En esto sí le doy la razón. Pero esta vez no era el autor elogiado --el más elogiado-- el perjudicado sino él, que se siente menospreciado --la cosa viene de atrás-- por este lector. El menosprecio me cansa. En todo caso me es indiferente su poesía, tiene logros y tiene destreza, pero yo no soy su lector adecuado. Si eso le molesta que lo diga, y mejor que lo diga haciendo décimas, que como punto cubano es más inspirado que como poeta serio. Acertó de pleno en unos versos --de la décima que me dedicó--: pretendo hacer la revolución y no estoy ni para un revolcón. La verdad no ofende. Te abre los ojos. Puede arrallarse un millo. Al que no comprendí fue a Domingo, poeta que me regaló un libro una tarde (El grito). Dijo que me pasé. No dice en qué. Supongo pues que fue en lo que puse sobre él, "poeta al que quieren humillar", repitiendo lo que él mismo escribió en su muro, que lo quieren humillar. Tú cuentas en público que te quieren humillar y yo cuento en público que te quieren humillar y yo estoy contando algo que no debería contar en público. Pos bueno, pos vale. 

Este debate me ha servido para desempolvar Las coplas de Juan Cabrón. Bajar al desván y sacar esa obra al aire. Escribiéndola quise ser tan bueno como José Hernández en su Martín Fierro, como Homero en La Odisea y como el Arcipreste de Hita. No es malo ser ambicioso. Si no llegas por lo menos algo subes. Lo que me salió no es ni la Odisea, ni Fierro ni buen amor. Buen amor es lo menos que hay en esa obra. Está en la vena de Venanceo y la Perejila, sólo que en una dimensión novelesca, como las obras de... Me olvidé de La Divina Comedia. Marcelino la está leyendo en una edición ejemplar. Tengo que preguntarle si la llevó al almacén o a Lanzarote.

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