miércoles, 7 de agosto de 2019

No sé por qué (en fb) escribí el viaje a Los Cristianos en forma de cuento. El género fuera de lugar es una forma que me molesta. Me refiero al estilo, ya sé que todo es cuento y que el ser humano no vale lo que una mosca. El estilo debe ser más llano y simple. Todo lo que suene a atmosfera artificial me molesta. Me molesta que alguien tenga abierta la puerta de mi casa y yo no tenga la suya. Me molesta que alguien me llame por mi nombre y yo no tenga el suyo. Dar por caridad me molesta. Si te doy, dame. El negocio es honesto. La caridad no.
Y me molesta también el amor. A buenas horas me vengo a dar cuenta. El amor es la fuente de todas las desgracias. Es natural tener sentimientos, pero tenerlos de continuo es una insensatez o una canallada.
Esto escribo para darme fuerza a mí mismo y narrar lo que debo, no lo que me piden. O lo que me pido a mí mismo. El calor humano no vale nada, es enfermizo, cuando está regido por esos subterfugios que son el amor, el afecto o la caridad.
Sin embargo lo que escribí en fb (salvo el estilo) es verdad. Fue agradable el viaje con Ramón y la estancia en los Cristianos. Alguien con quien puedes hablar sin caer en una monotonía hipócrita. Amigos que se enfadan conmigo, por no callarme, y siguen siendo amigos, esos son los que quiero. Los otros que se vayan; mejor a la larga es perderlos. Son tesoros que no estaban para uno.
Para mí escribir no tiene más valor que barrer. Un escritor no tiene más valor que un barrendero. Mi oficio que quise tener en secreto fue el de barrendero. Me perdió caer en el amor, la moral y la caridad social. Disfracé --no por hipocresía, sino sufrí el espejismo realmente-- la necesidad sexual con sentimiento de poesía china. Me cago en Li Po. (Pero seguiré adorándolo.) Disfracé con moral --no por hipocresía...-- algunas canalladas. Y fui caritativo, porque hoy sufres tú y mañana puede que sufra yo, lo cual no deja de tener cierta lógica, pero no es verdad. La verdad es que cada día tiene su fortuna o su desgracia. Y lo que te ata al anterior día es la fe (amor), la esperanza (ética) y la caridad.
Y ahora dejo este asunto, o "tema" como diría el vecino Luis, y paso a Ibrahim, a airearme un rato de tanta palabrería. Con esta palabrería me logré atraer el amor en la segunda y tercera mujer que amé. Y en la cuarta. A las dos primeras las abandoné, como un canalla, sin espejismo moral. La cuarta me largó ella a mí. Bueno, me voy a Ibrahim. ¿Habrá suerte?

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