viernes, 1 de abril de 2022

 Nada. La gesta me persigue. Hoy (comenzando una limpieza de primavera) encuentro un libro que recoge el primer premio de poesía General Gutiérrez, editado por el Centro de Historia y Cultura Militar de Canarias en 1999. La primera estrofa de un largo poema (de don Juan C. Monteverde García), dice:

Raya el alba en los azules / con destellos de victoria, / mientras naves enemigas / a la Isla dan su popa. / En sus maltrechas cubiertas / el invasor duele y llora / la pérdida de los suyos / tras la impensable derrota.

El poema es un alto panegírico al general Gutiérrez, nada que ver con la novela de Juan Royo. 

Como estoy en limpieza de primavera, como el topo del viento entre los sauces, encontraré el libro de la inglesa donde habla de la gesta y el libro de un inglés donde habla de la gesta. Estaría bien que coincidiera con el  carnaval. La gesta es una novela dionisiaca con música de Apolo. El delirio guarda un compás que no pierde el paso. El transito de cada personaje es un camino de agujas. Salvo para Iñaki. El contrapunto del cura su tío, que a pesar de todo tiene razón: el instinto es superior a la inteligencia, la vida salvaje es superior a la vida civilizada, la inocencia es superior a la hipocresía. La descripción del infierno que hay en la novela, es en la que están el general Gutiérrez, su mujer, el furriel e incluso, y más que ninguno, el almirante Nelson. Los otros personajes muy visibles --Lupe la bella, Rosario la mujer del carpintero, los soldados que se esconden en los ataúdes y Ramón y Chito-- no van al infierno. Un trocito de mero fresco --no como el que comimos en Olegario-- es un anuncio del cielo. Se olvidó Juan de la Viña del Loro. Seguramente ese lugar vino después, en la historia de Santa Cruz. Ciudad doliente.

No está esta novela en la linéa de Fetasa. Fetasa en un vals. La gesta es un tango. Está más en la poesía de Agustina González y Romero, más conocida, a su pesar, por La Perejila. De esta poeta de Las Palmas, esta copla:

Un erizo ratonero,

ya enviudado,

a una rata calentona

se la llevó al excusado.

--Ya dentro, la rata piensa

y le pregunta: ¿Señor,

es cierto que púas tiene

su afilado tenedor?

--Puta bastarda, ¿quién dijo

semejante desatino?

Si te pica y te rasguña

alguna púa al moler

échate vinagre y agua

y no lo vuelvas a hacer:

cállate y levanta el rabo;

atiende a tu menester.



2 comentarios:

Jesús Castellano dijo...

He leído de corrido un antiguo escrito de Miguel Angel Palarea en el blog Nación Canaria. Al general Gutiérrez y a los oficiales que lo rodeaban los pone como cobardes, lo que explica que la Corona española no le haya dado ninguna importancia a su labor en la batalla contra los ingleses. Según Palarea, fue el pueblo llano el que paró las intenciones de Nelson, y los altos militares solo aparecieron cuando ya la suerte estaba echada.

Me fijo de pronto en la importancia del 7 en ese acontecimiento. día 25 (2+5=7), año 1797 (1+7+9+7=25=7) y en el séptimo mes.
En el Tarot el VII es El Carro, que (dicen) "lleva implícita la energía de la victoria".

Jesús Castellano dijo...

El general (el real) fue Gallo en el horóscopo chino y El Papa en el tarot. Me entero que tiene un busto de bronce en la iglesia de San Juan de Aranda del Duero (con San Juan comienza La gesta, con Ramón y Chito encendiendo una hoguera).