jueves, 14 de abril de 2022

libros y autores

 Juan me deja la novela de un africano togonés traducida por él: 

La fiesta de la máscara, de Sami Tchak ((ed. Baile del Sol).

Tiene otra música, pero la sordidez sexual, depravada (sadiana), de los primeros capítulos (los que he leído hasta hoy) me recuerda la que hay en Agosta escribe. El amigo Miguel Ángel Palarea padescanse me dijo que Agosta era una novela que daría mucho que hablar. Poco ha dado hasta el momento. Yace escondida, no sé si esperando un príncipe azul que salte las murallas del olvido  y la devuelva a la vida. No lo merece. Agosta es atroz. Sólo es festiva para ella misma. En la novela de Sami Tchak no hay fiesta ninguna. Una mujer de la vida le dice al cliente que no le pague pues no ha sentido nada. El cliente se lo toma como un insulto, una alusión descarada a que la tiene pequeña. La rabia le entra y la mata. Y la mujer muerta lo excita y esta vez el polvo tiene catarsis. Luego permanece en el chozo junto al cadáver, de quien liba todas sus excreciones, esperando al hijo de la mujer. No cuento más, por ahora.

A Topín le dije que mejor escribiera cosas suyas en su muro de fb. Me hizo caso. Copio lo que escribió ayer:

A veces nos preocupamos de todos los órganos importantes del cuerpo, del corazón, los pulmones, etc... de lo q comemos que nos puede perjudicar nuestra vida sana. Un estudio por mí por lo más raro que parezca, y muchos no entenderán o lo verán poco importante. Los órganos de nuestro cuerpo ya mencionados se creen que mandan en nuestro interior, sin darse cuenta que hay otro que sin él nuestro cuerpo no sería nada. Quiero llegar a decir que el órgano más importante es el culo, sí, el culo. Tiene una función tan importante que es la ITV de nuestro cuerpo. No avisa en nuestro cuerpo con los gases, o sea, llamados peos... es una combustión que origina todo nuestro cuerpo que se acumula en el llamado portapeos, haciendo una explosión de escape ruidoso, que puede ser simpático el sonido, escandalosos y con olores y dque son buenos pa las colas en los bancos y demás. El peo nos avisa y asimismo es transportado por el llamado porta peos recto del culo, nos está avisando q llega la mascada q a veces nos apura y viene improvisado... además te da alegría... porque del apuro siempre decimos guau q alivio. Son cosas que no les damos importancia pero el culo es muy importante. Ahi queda la frase "no hay nada como clavar un buen pino".

Podría corregir un poco el texto, dejarlo más aceptable a la luz de la normativa, pero mejor por ahora dejar el testimonio tal cual está escrito. Tentado estoy de darle un ejemplar que tengo en casa de Gracias y desgracias del ojo del culo, de Quevedo, para que lo complete y lo traslade a su manera. No estaría mal. Hoy se lo dije cuando lo vi en la escalinata. Quiso redondear lo que había querido decir pero yo necesitaba más un café en la barra y no le di pábulo. En otro momento.

*

Haciendo limpieza de primavera (qué lenta va) encuentro una novela de Lizundia que este autor ha borrado de sus libros publicados. Ojos de miel. Leo las primeras páginas y me entran ganas de hacer una versión jíbara. Tantas cosas tiene uno ganas de hacer. Mejor lo dejo para otra ocasión, si cuadra, y sigo con la limpieza de primavera. 


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