domingo, 26 de agosto de 2018

la pintura no para, animales. esto va tomando cuerpo. Todavía por los pies. No falta nada para llegar a la cabeza. Antes hay que alcanzar la polla, esa catapulta. Todo se desmorona, y nosotros también. Ya no hay remedio. Agujeros por donde escapar. Eso es lo que me está diciendo la pintura. Necesito óleos. Jabalí ya sabe que soy amigo del arte pobre pero con materiales ricos. Cuántos ricos materiales he desperdiciado, yo el primero. muy rico era, y ahora soy ese poema de Baudelaire que no lo voy a decir en alto.

sentado en la rambla tranquilo la vida pidiendo una cabeza acechando a una vieja... mi amiga manda unos cuantos chistes de gomeros. Llega un gomero al muelle y pregunta al taxista: ¿Cuánto me cuesta ir a La Maldad? Diez euros, dice el taxista. ¿Y la maleta?, pregunta el gomero. La maleta nada. Entonces lleve la maleta que yo me voy andando.

Bueno, los de mi cultivadora amiga eran chistes de Lepe. Eso queda en España no sé donde, en la parte española de la península. Ahora no sigo la política. El mundo está en lo que yo pinto. Todo lo demás son apariencias.

Cada vez pinto más parecido a Chagal. Voy a tener que copiarlo. No tengo ningún libro de Chagal. "Cristo en el burdel de la montaña", lo firma Chagal y está en el museo del Prado. Donde está es en casa de Marcelino. Enfrente de otro que podría titularse "Paisaje irreal". No sé. Todo es irreal. El sufrimiento y la alegría, todo, menos el ruido y el silencio. Entre el ruido y el silencio, la música. Mi amiga me dedicó una canción, en un vídeo en blanco y negro, como los tiempos pasados. No vino ella a cantármela bajo los laureles de La Rambla. Demasiado pedir. Me dan un dedo y quiero todo el cuerpo. 


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