viernes, 3 de julio de 2020

Tengo que revisar el trabajo en curso sobre las tres I (Ia (Inteligencia), Ib (Intuición), Ic (Instinto)

por lo pronto vale el cuadro de los componentes de cada I

 Ia      Imaginación / Reflexión / Cálculo

 Ib      Olfato         /    Oído  /        Tacto

 Ic       Sangre    /   Tripas    /  Linfa

El contenido dominante depende de los humores

Sánguineo  (Imaginación -- Olfato -- Sangre)

Colérico   (Reflexión  -- Oído -- Tripas)

Flemático   (Cálculo -- Tacto -- Linfa)

La referencia simbólica del trabajo es el Péndulo (Hoy he visto que es también la del Kybalión, de Hermes Trimegisto, donde los 3 factores son Mente (Ia), Espíritu (Ib) y Cuerpo (Ic).

En el flemático la vertical de los tres puntos del péndulo es Ia. En el colérico Ib, y en el sanguíneo Ic.

En un flemático la enfermedad es causada por la deficiencia de Ib o Ic.

En el colérico, por la deficiencia de Ia o Ic

En el sanguíneo, por la deficiencia de Ia o Ib.

(Estos detalles, hay que ponerlos en cuarentena. Podría ser al revés; que la debilidad de cada carácter dependa de lo que es dominante en cada uno; o no ser de ninguna de las dos maneras.)

*
Esta mañana por fin resolví lo del padrón. Fui por la oficina, le dije al portero lo que él ya sabía --las líneas están saturadas-- y me facilitó la entrada para hacer la gestión. Fui inteligente --me hice el ignorante--, fui intuitivo (me hice el preocupado), y el Instinto también acertó (animal manso, marcado por la preocupación (moderada) y la ignorancia.)

Antes vi a Celenia. Tenía la puerta abierta. El habitante intruso había salido. Subí los peldaños, entré en su casa. Fui intuitivo. Lo que me preocupa de esta mujer, es la pierna  hinchada. No sé si el aloe le vendrá bien. ¿Por qué no habré estudiado yo medicina?

*
Entre ayer y hoy, leo opiniones sobre mujeres, o sobre ciertas mujeres, que hoy serían tachadas de inoportunas y deleznables por la clerecía política dominante.

De Jaime Salinas, en el libro Cuando editar era una fiesta (Tusquest, Barcelona, 2020:

--Lo de las bibliotecas es un hueso duro. Las arpías de las bibliotecarias son las primeras en poner obstáculos ya que temen perder su parcela de poder. No me va a tocar más remedio que enfrentarme a ellas,  y como todas son unas solteronas amargadas, con los coños taponados por cemento, lesbianas frustradas, marimandonas y atravesadas, versiones de la Mona, pero sin su inteligencia, son capaces de quemarle a uno en la hoguera. Pero, en fin, habrá que arriesgarse. (Recogido en el blog Crisis de Papel, de José Luis García Martín).

Y recogido en el blog El Escobillón, de Eduardo García Rojas:

George Sanders:

--Las mujeres son como las enfermedades infecciosas. Una recaída es siempre de enorme gravedad. Mi boda con la enloquecida bruja Zsa Zsa fue un craso error. Me avergüenza decirlo, porque no se debe golpeara las mujeres, pero yo sí lo  hice. En defensa propia, claro está.

De él dijo Zsa Zsa, recordándolo:

--George fue para mí un hermano, un hijo, un amante, incluso un abuelo. Era irritante y encantador. Inteligente y educado. Un canalla y un caballero. Un hombre que sabía cómo tratar a las mujeres, y cómo torturarlas. Un príncipe desdeñoso, indiferente, remoto y elegantemente despectivo.

(No sé si ella estuvo casada antes con Rubirosa o después.)

Eduardo señala sobre todo la nota de despedida de Sanders antes de suicidarse:

Querido mundo: me marcho. He vivido demasiado tiempo, prolongarlo sería un aburrimiento. Os dejo con vuestras preocupaciones en esta dulce cloaca. Buena suerte.








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