sábado, 25 de julio de 2020

a Juan Royo Iranzo

Juan, espero que estés bien y todo eso. Y que esas novelas inéditas salgan a flote, pues trabajo han tenido. Una pena que no hayas publicado la del 25 de julio. Hubiera o hubiese sido la lectura obligatoria en estas fechas. De las que tienes, ya sabes que tengo preferencia por la que improvisaste. La música y la trama van al unísono. Pero no me olvido ni de Puerto Santo ni de la del barranco. La del carnaval amargo no está mal, pero pudo haber estado un poco mejor de haber mantenido la narrativa histórica hasta el final, en paralelo con las aventuras del Ayuntamiento en aquellos días. En fin, opinión o gusto de lector pedante o exigente. Elige el adjetivo que más rabia te dé.

El ejemplar único que te dejé en el coche la noche de Transilvania ojalá te sea provechoso. Yo herí al autor del ejemplar original y ahora te toca a ti, si te es menester, herir al heridor. La mejor literatura tiene deuda con la literatura anterior. Bueno, haz lo que te dé la gana.

Yo he decidido irme un tiempo al carajo. Al carajo de este barco que es este blog la proa y fb la popa. Desde el carajo por lo menos --supongo-- la visión es más amplia y más clara.

Me quedo con las ganas de ir a Charco del Pino, a dejar un cuadro. Y no a Ignacio Gaspar. A lo mejor lo hago un día, si descubro dónde, la calle y el número, y lo dejo al otro lado del muro de la huerta, y supongo que tendré que irme corriendo antes de que gallinas y patos me delaten.

Bueno, ya te avisaré, lector y amigo, cuando vuelva a cubierta. Si no me come la Ballena Blanca.

Hasta que dios quiera.

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