domingo, 14 de julio de 2019

La sencillez es la madre de la ciencia. Bueno, escribo esto pero iba a escribir otra cosa. A contar el dilema que tengo en la cabeza. Cuando le mandé a Margarita (se llama Margarita, me niego a ponerle otro nombre) la foto de su retrato, contestó: "soy yo". Me lo tomé como una aprobación. Le pregunté --todo esto por wasap-- cuándo se lo llevaba. Y me contestó con un rótulo ya hecho: DOMINA TUS PENSAMIENTOS O ELLOS TE DEVORARÁN.  ¿Cómo se interpreta esto? En un primer momento pensé que Margarita (señora decorosa y con simpatía) tiene algo de bruja y captó la orgía pictórica que yo iba imaginando mientras bajaba a la casa azul caminando por la Rambla, a la sombra de los laureles a las cuatro de la tarde. Imaginé Barrio Chino convirtiendose en realidad lo que es fantasía, imaginación, en esa novela. (Ya tengo el hecho de que HH haya aparecido en la realidad, el otro día cuando el recital, de un modo que parece una venganza del personaje a cómo lo narré en la novela. La vida va tejiendo una trama que se nos escapa de las manos. O mejor dicho, el hombre propone y dios dispone.)

Quizá sea eso lo que vio Margarita. Pero incluso algo peor. Cuando bajaba a su casa, la casa azul, una escena de la imaginada orgía era un episodio que cuenta Sábato en Informe sobre ciegos y que implica a Oscar Dominguez, a una de sus modelos y al marido de la modelo. Una escena esperpéntica. (Digna de Crimen de Agustín Espinosa.)

Así que tal vez no haya Siao Ling con lengua de camaleón y ni su marido Wan poniendo calumnias en la sartén. Capaces son pero no creo que esta vez otra vez me la metan doblada. Que la confianza en Siao Ling (a pesar de su marido) sea un espejismo en el que necesito creer.
 Que yo tuviese algún éxito en la pintura --aquí éxito es vender algunos cuadros a precio de contrabando--, a Wan lo pondría enfermo. Su voracidad de muerto de hambre lo tiene pegado a su naturaleza. Esto es cosa de él. Cosa de los demás es que odie ver comer a otro algo que sea mejor que lo que come él. Coma lo que coma está comiendo mierda todo el día. Wan no es el problema. El problema es mi confianza en Siao Ling. En la novela es la única que a Chim, su hermano, le sirve de apoyo. En la realidad tengo reparos para decir siempre lo mismo. Cosas del pasado.

"El pasado es la semilla del futuro" dice uno de los personajes en un cuento de Injertos. Lo que me está pasando con esta obra es lo mismo que con las personas. O creo que acierto o que mucho ruido y nada.  Tal vez por ahí debo entender la contestación rotulada de Margarita: DOMINA TUS PENSAMIENTOS...

¿Cómo le digo que los pensamientos los domino?, y que ahora estoy intentando dominar el color y la línea.

Por otras razones, busqué aquí cuadros de mujer en la bañera. No estaría mal hacer un cuadro así. El de Ofelia, que lo vi el otro día, precioso cuadro de un inglés, tal vez sea el primero que anuncie el tema de la bañera.
Sé quién es la modelo ideal. Y aceptaría si se lo propusiese. Podría quedarme en su casa y trabajarlo alli. Pero la vida me está diciendo que aguarde. Supongo que Margarita contestará. Un día de estos. Supongo. Porque si no, ¿qué hago yo con el retrato?

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