miércoles, 5 de mayo de 2021

arte en la calle

 El nombre MAU suena como campana de plata en algunos oídos. Me acuerdo de sus cuadros, había tres en la exposición de Robayna et al. Utilizaba piedras de verdad, piedras de colores. Formaban preciosas aves, Aves del paraíso.

No sé más de Mau, sólo que Koliac la conoció. Pero en los encuentros que he tenido con Koliac nunca hemos hablado de ella. Por lenguas antiguas, tengo entendido que fue mujer del poeta Eluart 

Libertad, por detrás de los retretes

escribo tu nombre,

en el gajo de limón que sorbe la cucaracha en el pollo

escribo tu nombre,

en mis ganas de follar y no tener hembra

escribo tu nombre

y etc, y que me perdone Eluard esta versión escatológica. Después del poeta, Mau se casó con Westerdalh, crítico y persona importante en el mundo del arte... 

Al leer El don de Vorace, imaginé a Minik en el personaje del literato indeseable al que asesina Bernardo Vorace. Imaginación influida por la polémica sobre El delator Seguro que el autor no pensó ni en Minik ni en Westerdalh para fabricar ese personaje indeseable. Pero ahora, puta imaginación, empiezo a ver en Marta (la joven mujer del viejo literato, y amante de Vorace) a MAU.

Casualidad es que Sol de Flores, amiga que encuentra objetos valiosos dejados junto a los contenedores, me haya regalado lo que encontró sobre Gaceta de arte en la basura. También me regaló otra cosa de la misma procedencia: un cuadro de Maribel Nazco.

¿Qué será de Hortensia Évora en la Tragedia de flor de vidrio? Mira que poner pimienta en la leche recién ordeñada para joder al hombre que entró sin permiso en su patio. Qué maldad, dios. Veo ese patio en Charco del Pino, la tierra (la inolvidable sombra de un almendro) del autor de la novela.

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