viernes, 7 de mayo de 2021

movimientos del día

 --Qué labios tan bellos y tan desperdiciados.

--Déjate de ponerte poético, don Jesús.

--Sí, mejor me dejo, porque total, para lo que me sirve.

De lejos me saluda la bailarina, esposa del hombre de los montes. Se va H calle arriba, con sus bellos labios, y de abajo viene Jely con su mascarilla.

--¿Qué tal Nicolás?

--Bien, ahora se está portando muy bien. Me tiene asombrada.

--¿Que se está portando bien? Eso es que está tramando algo.

Asoma Nicolás por la ventana de arriba.

--Jesús, cómo no metas la planta pa dentro se la van a llevar.

Es una sátiva, disimulada entre la platanera, el aloe, una tabaiba y el hibisco, en una maceta. Ya me tiene harto con la misma caterva todos los días. Si se la llevan que se la lleven. No la metro para mi casa a menos que empiece a florecer y sea hembra.

El que no se puso poético fue Venancio Tarifa (Tragedia de flor de vidrio...) cuando se bebió la leche de cabra en la que Hortensia Évora estrujó la pimienta quemona. Esto en el patio de la novela de Ignacio Gaspar. En el patio real (para mí, virtual) de Charco del Pino, el animal destacado es un gallo: Valentín lo bautizo Pamela Álvarez, su dueña. Gallo al que ninguna gallina le canta:

--Con palo no vale, Valentín...

sino todo lo contrario: --Dame tu pico, Valentín...

En fin, vuelvo a la literatura en letra impresa. Los primeros capítulos de El delator flojean de una pata, y a veces de dos. Narra el cuento dramático un sobrino del poeta Domingo López Torres, y a veces se escora hacia el sentimentalismo innecesario, e inverosímil. Varios detalles sin embargo llaman la atención. Primero, que se llame García Martín el falangista que mandaba en Fyffes, y se jactaba de dejar a mujeres de presos visitar a sus maridos a cambio de favores sexuales. Qué extraño paralelismo con lo que Armas Marcelo dijo del autor, su colega; que como profesor universitario favorecía a alumnas a cambio de similares servicios extraescolares. En fin, a veces el azar es un hijoputa. 

Por lo pronto no se ha dicho cuál fue el contenido de aquella delación. Supongo que los falangistas que encarcelaron a Domingo López Torres ya sabían sus actividades comunistas. ¿De qué otro delito lo delató el delator? Un detalle cabalístico es que las iniciales DLT, a falta de la R, forman las consonantes de DELATOR.

En esto estoy cuando tocan a la puerta el Sombra, el Topo y el Cuevas. Vienen con Blacanieves, bella que despierta. 

...

--Yo soy Sombra, hermano del Cuero y de Salvatore hermano de Cecilia y de Mary Nieve...

--¿De que estás hablando?

--De la quedada del libro, el libro que está haciendo Jesús.

--Ocho salen aquí... --ocho líneas blancas en la portada del libro de la flor de vidrio.

--A Cuevita dale poquito.

--Yo ya me la mandé.
...

--¿Por qué lo llaman el Banana?

--El banana es porque siempre está aplatanado...

--Apunta ahí, Jesús --me dice el Topo--: Una frente al nacer con una flor es la marca de una cebolla... ahora ya puedes inspirarte... 

--Es como Sombrita... --por la sombra de Sombra en la frente, al lado derecho.

--Mírame... 

--Te voy a llamar Sombra el Mírame --por lo mucho que repite "mírame".

--¿Me dejas hablar?... porque tu no dejas hablar.

--¿Cómo se llama el sitio al que fuimos antes --pregunto, un sitio que hubiera maravillado a Orson Weles.

--El barrio escondido.

--Ali Babá y el Topo en todos los herrores... con ache.

--No me importa que me juzguen porque yo soy el propio juez de mi propia conciencia.

--Un contraste es un liquido de este color... y me metieron un cable con un resorte    la vena la tenía así --hace un círculo con los dedos índice y pulgar--... la sangre mía es puro agua...

--Agueda es un nombre bíblico, y significa casa del cazador...

--Tres mujeres y un camino... 

Comienzan las historias con mujeres. Hasta que el Topo señala:

--Bueno, vámonos que Jesús tiene que escribir.

La noche tranquila. Ya madrugada del sábado. Luna menguante.


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