lunes, 31 de mayo de 2021

 El Topín (yo lo llamaría el Sarantontón pero lo llaman el Topin) se acerca calle arriba mientras Nicolás corta las margaritas mustias de la maceta que me regaló Jely, su mujer. 

--Nicolás, saca el machete.

El Topín empieza a hacer gestos que me recuerda la expresión "dar toletazos". Pregunto que significaba esa expresión pero no caen, y yo tampoco.

--¿A ti no te cansa tener a este molestándote todo el día?

--Ten cuidado --le digo-- que ahora a Nicolás lo llaman el último romántico.

--¿Quién lo llama así?

--Una amiga del Sur que tiene una finca.

--A ver si te la ligas y te lleva pallí a plantar papas, y vas a tener que llamar a Nicolás para que te saque de allí.

(Me refiero a uno de los post en fb de Pamela, la amiga escritora de Charco del Pino.)

Cuando se va el Topín, calle arriba, le pregunto a Nico si conoce a una mujer teñida de rojo y si tiene marido, porque el otro día me entretuvo diciéndome lo bien que me encuentra, cosa que me suena fatal porque basta que te digan lo bien que estás para que te pongas mal. Pero bueno, sí está casada. Nada que hacer.

--Tú lo que tienes que preguntar primero es si tiene dinero.

--Nicolás, me parece que vas a perder el título de último romántico.

Y me acuerdo de lo que significaba dar el toletazo. Ya no se dice, o por lo menos no lo he oído. No parece muy católico decir de alguien que se muere "dio el toletazo". ¿De dónde vendrá el dicho?  

La RAE dice que es de procedencia cubana y significa dar un golpe con el tolete (palo corto). Nada que ver con la versión canaria. El tolete aquí, aparte de lo que todos sabemos, era el palo donde se metía el agujero del remo para sujetarlo y bogar. En fin, nos haría falta un diccionario etimológico que diera cuenta de cómo una palabra nace y lleva con el tiempo a un significado distinto al original. Haría falta tantas cosas.

Descubro a Victoria Cirlot (hija del autor del espléndido diccionario de símbolos) y me vuelvo adicto. Está en sintonía conmigo, reivindica el mundo medieval. Yo lo hacía en cuanto a la lengua; la lengua comenzó a deteriorarse, a llenarse de vanidad, con el barroco. Ella va mucho más allá. Su conferencia sobre el grial no tiene desperdicios. Me ayudó a comprender mejor "El cuento del grial", de Chrétien de Troyes, que da un giro de 180 grados a la novela de caballería, y intuyo (es una conjetura) que es la madre de la novela picaresca, donde ya el "héroe" no tiene otro grial que sobrevivir. 

Fetasa, pienso, es la novela medieval de Canarias, en la línea del cuento de grial. No hay duda. La próxima jornada sobre  Isaac de Vega será en Igueste. La cosa es que es pocos días antes del pago mensual y no voy a poder avisar, si tengo todavía honor, a... Bueno, que sea lo que dios quiera.

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