domingo, 9 de mayo de 2021

palabras para un cuadro

 No hay libro malo que no contenga algo bueno. Hay críticos que van a lo bueno y otros que se recrean en lo malo. Bueno y malo (desde Einstein) son fenómenos relativos. El don de Vorace contiene un buen cuento, un cuento sin piedad. Una lluvia torrencial.  

Limado de frases, incluso de párrafos, ese cuento brillaría como una estrella vista desde una cumbre. Me gustaría demostrarlo, hacer esa labor, pero no tengo tiempo. Si trabajo esto no trabajo lo mío. Pero siempre me atrajo ser editor como el de Raymond Carver, refinado por el editor, que le podó frases y párrafos. (Luego se publicaron los originales de Carver, y lo que hizo fue demostrar que el editor hizo bien. El escritor le llevó la materia y el editor la limpió de sobrantes.) 

Me quedan dos cigarros. Me tiene embrujado el barrio escondido. Dije que Orson Weles hubiese encontrado ahí uno de sus espacios cinematográficos. Es magnifico, uno de esos lugares de los que las novelas baratas dicen que allí no entra la policía. Intentaré pintarlo de memoria. El tubo colgante, el callejón entre rocas y casas encima y abajo, la ventana del negro, el Sombra llamando y el negro asomando... qué haces aquí, maricón. El topo dándole la vuelta a la berlingo en la pendiente de la explanada... Óleos: violeta y blanco perla. Y un lienzo. Mañana bajo si cuadra a la Cruz del Señor. 

Me faltan por leer algunos capítulos de El delator. Pero no sé. Más intrigado estoy por saber qué va a pasar con Hortensia y Tafira en Flor de vidrio, la tercera novela de Ignacio Gaspar. En la anterior, según la recuerdo, el paisaje es inmenso, de grandes extensiones, de enormes fuerzas semejantes a dioses del Olimpo. Quizá un estudio detenido de esa novela puede ver sus enlaces con la santería y la mitología griega; a la tierra la mueve el universo entero y la tierra mueve a los hombres. ¿Hay animales en esa novela? (Baile de tapados). Tengo que mirarlo.

La voy a abrir por cinco páginas.

27

--Este anillo de tres piedras azules no es un regalo, sino  ... el efecto de una mordida.

77

Sin atreverse a asomar la cabeza por encima de los cortes de las piedras, tímida como flor de calabacera ...

139

Agarrándose a los apoyos de la oscuridad y a los márgenes del aire y a la entrega definitiva ...

207

... evitó por los pelos que el costado derecho de la carrocería chocara contra la pared, ...

297

¿Había sido una casualidad o por el intento del vientito?

+
Por lo demás, aturde tanta batallita política. Unos haciendo leña y otros haciendo santos. Leña podrida y santos de vela gastada. Termitas de opiniones publicitarias a favor o en contra, y la casa sin barrer. 


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